martes, 6 de septiembre de 2011

El mundo fue y será una porquería


Si si… es así gente, todos formamos parte de la porquería, este fabuloso mundo en el cual uno se tiene que cuidar la espalda de todos.

Amigos, compañeros de trabajos hasta la familia, todos son capaces de abrir la gran canilla, extender las manos y dejar caer el agua entre sus manos.

Últimamente mi espalda se encuentra como la de algún asesinado en toda la saga de Jason. Es muy fácil decir algo a alguien queriendo provocar la popular reacción en cadena, en especial en un país tan chico como el nuestro que cuando estornudás en la esquina, toda la manzana ya se entera.

Uso un ejemplo muy próximo en mi laburo, llego a ver como estaba un laburo y me entero que la persona que lo estaba realizando se quejó de mi persona diciendo que no le ayudé, que no le di consejos o formas en cómo resolver el trabajo, que no me interesó el laburo en sí, eso me lo dijo un superior frente a la que me había acuchillado sin razón, solamente para hacerme quedar mal, a esto lo llamo diversión en familia, genial che.

La hipocresía reina en nuestro mundo, un día sale un “Hola, que tal?” pasás de largo y en el murmullo se escucha un “pedazo de bosta de cabra”.

El mundo fue y será una porquería ya lo sé, en el quinientos seis y en el dos mil también. Tarde o temprano al mirarse en el espejo, capaz que noten que son realmente un muñequito de voodoo lleno de cuchillos.

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