jueves, 9 de diciembre de 2010

No me dejan mentir


Luego de ir al video club intentando alquilar películas de zombies para mi maratón de feriado, cosa fallida, voy al súper a comprarme algo y subirme el ánimo -como toda mujer que es dejada por el novio- voy a la sección fría, buscando un jugo de naranja, me acerco a la misma y se me adelanta un pesoka de 2 metros y lleva 5 jugos Purifru, en mi mente me digo “este tipo gigante llevando 5 jugos y yo un kilombo con una panza gigante haciéndome el saludable”, miro el jugo, me miro a mi y miro al pesoka, dejo el jugo y me voy diciéndome “vaya a la puta, porque carajos me voy a mentir”, agarro una Coca y me compro dos cajas de pizzas, ahí se me fue todo el pensamiento saludable, gracias pesokon.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Mucho más que una sábana


Este tema siempre me pareció muy interesante, y ahora lo comparto porque sé que muchos en alguna etapa de su vida lo hicieron.

Cuando era más chico, solía ver muchas películas de terror, mi favorita “A Nightmare on Elm Street” o como conocen todos “Freddy Krueger”, pero éstas mismas eran la principal causa de pesadillas en mi persona. Noches que me habré despertado en medio de la madrugado con un ojo semiabierto tratando de ver algo en plena oscuridad y alterarme ante cualquier sonido proveniente, capaz todos productos de mi imaginación.

Como fan de las películas de terror, también me encantaban las historias de espíritus, o también las de exorcismos, un niño atormentado ahora que escribo esto, el punto es que estas historias o películas siempre me hacían dormir poco, no dormir, o gritar como quinceañera descontrolada. Que soñaba que me venía la muerte gracias a una historia que contó una vez alguien que dijo “si te aparece una luz roja en tu sueño, es la muerte” ¿Qué soñé esa misma noche? Evidentemente la luz roja viniendo directamente hacia, despertándome todo sudado y escuchando cosas, la primera reacción que tuve fue la de cerrar bien los ojos, balbucear el Ave María y taparme de pies a cabeza con la sábana, sólo así me sentía seguro nuevamente.

¿Esa sábana te puede transmitir seguridad?, es como si fuera que todos los males se van y que sos intocable debajo de la misma. Uno escucha cosas y se entierra en el colchón bajo la querida y arrugada mantita.

Cuantas veces habré eludido la muerte, espíritus del más allá, pomberos, a Freddy, a Jason y hasta al mismo Jesús. Seré solo yo el que se siente tan seguro debajo de una tela o en verdad tiene un poder más allá de lo conocido que te transporte a un lugar donde nadie te puede hacer daño.

Si entra un ladrón en tu casa, ¿corrés o te tapás?, la mayoría se tapa, es así. Nadie puede descifrar el poder de una mantita encima tuyo, es por eso que todo niño construye su fuerte de sábanas y se va a dormir más tranquilo.

En mi próxima vida quiero reencarnar como sábana.